¿Qué diferencia hay entre miedo, estrés y ansiedad?
Estos tres términos a menudo se utilizan para hablar del mismo tipo de reacción, y a la vez una reacción puede englobarse dentro de la otra en algunas circunstancias, aún así, cada una significan cosas diferentes.
Llamamos estrés a la reacción por la cual el organismo se coloca en un estado de máxima alerta, generando una serie de modificaciones psicofísicas (tensión muscular, taquicardia, atención aumentada, aceleración del ritmo cardíaco, etc.) para afrontar diferentes situaciones. Esta reacción suele ser la misma sea cual sea el estresor.
Por ejemplo, si estoy trabajando muchas horas con alta intensidad y sometida a gran presión es de esperar que comiencen a aparecer una serie de síntomas como aceleración de los latidos del corazón, contracturas musculares, etc. Todas consecuencias del estrés, y en respuesta a esto (si se escuchara a la emoción) debería tomarme un descanso para suspender el estímulo que generó estrés.
Por otro lado, el miedo implica además de estas manifestaciones corporales, un conjunto de comportamientos y emociones que se dan cuando un organismo percibe un riesgo o amenaza. Apareciendo cambios orientados a evitar o enfrentar la situación atemorizante.
Por ejemplo, vamos caminando en la noche y vemos un individuo se acerca a nosotros en actitud sospechosa. Nuestro corazón se acelera, la respiración se agita... Son señales, síntomas parecidos al estrés pero provocados en un contexto de miedo, cuya función es que nos demos cuenta de que podríamos estar en peligro y actuemos en consecuencia.
Finalmente, la ansiedad es un tipo de reacción emocional más evolucionada, solo experimentada en humanos que implica pensamientos, comportamientos, reacciones fisiológicas y experiencias emocionales ante una situación de conflicto que genera la necesidad de tomar decisiones ante una amenaza percibida.
¿Es normal sentir ansiedad?
Si. La ansiedad (funcional) es un conjunto de emociones y manifestaciones físicas que se presentan cuando nos enfrentamos a situaciones percibidas como amenaza. Esta ansiedad nos ayuda a adaptarnos a situaciones generando la respuesta más adecuada.
Por ejemplo, frente a una situación de tener que terminar un trabajo importante en un plazo determinado, la ansiedad normal nos va a permitir estar más alertas, dormir menos horas y enfocar toda nuestra atención y nuestras energías en nuestra tarea.
Sin embargo, cuando los síntomas ansiosos se vuelven excesivos y difíciles de controlar o cuando aparecen ante una falsa amenaza puede interferir gravemente en nuestro día a día y en este caso hablaríamos de "ansiedad patológica" y requeriría de un tratamiento psicológico para su resolución.
¿Para qué sirve tener miedo y ansiedad?
Como hemos mencionado antes, el miedo y la ansiedad se producen en respuesta a un peligro o amenaza percibida.
Al miedo o respuesta de ansiedad inmediata también se le llama "respuesta de lucha/huida" y se le denomina así porque todos sus efectos están dirigidos a preservar la vida frente a una amenaza, ya sea mediante la lucha física o el escape. Por lo tanto, es importante recordar que el primer propósito de la ansiedad es proteger al organismo.
Imagina por ejemplo que estas cruzando la calle, y de repente un auto acelera en nuestra dirección tocando la bocina. Si no experimentásemos ansiedad en absoluto, podríamos resultar muertos. ¿Y por qué? Porque la falta de alarma y de activación inmediata de nuestro cuerpo nos dejaría indefensos. Al estar relajados nuestro cuerpo no podría reaccionar de forma rápida y correr a ponernos a salvo. Sin embargo, si se activa nuestra respuesta de lucha/huida podremos salir del camino con rapidez para poder salvarnos.
La respuesta de lucha/ huida genera cambios inmediatos en nuestro organismo, que permiten una mejor y rápida respuesta física ante un peligro.
El objetivo de la ansiedad NO es dañarnos. Sería absurdo que la naturaleza desarrollara un mecanismo para proteger al organismo y que, al hacerlo, lo dañara.
¿Cómo actua la respuesta de lucha/huida?
Cuando mi cerebro percibe una señal de peligro envía mensajes a una parte de nuestros nervios llamado Sistema Nervioso Autónomo (SNA). Este SNA es, como su nombre indica, autónoma, es decir no interviene nuestra voluntad.
Se puede dividir en dos ramas, sistema nervioso simpático y sistema nervioso parasimpático, y estas están encargadas del control de los niveles de energía del cuerpo y de la preparación para la acción.
De forma sencilla podríamos decir que el SNA simpático activa la respuesta de lucha/huida liberando energía y predisponiendo la acción, mientras que el SNA parasimpático se encarga de restaurar y devolver el cuerpo a su estado normal.
Es importante recalcar que el SNA simpático funciona como un todo o nada, Cuando está activado, todas sus partes responden, es decir, se experimentan todos los síntomas o ninguno. Es por ello que normalmente los ataques de pánico presentan muchos síntomas y no solo uno.
Otra característica importante a destacar es que la actividad del SNA simpático tiene un límite. Cuando el cuerpo "ya tiene suficiente" de la reacción de lucha/huida, se activa el parasimpático para llevar al cuerpo a un estado de relajación.
Es decir, la ansiedad no puede continuar eternamente, o ir aumentando cada vez más a niveles que causen daño. El SNA parasimpático protege e impide que el simpático pueda seguir su curso sin control.
¿Por qué después de un ataque de pánico me quedo ansioso durante tanto rato?
Lo que sucede es que requiere un tiempo que los mensajeros adrenalina y noradrenalina liberados por el sistema límbico sean destruidos. Por ello, aunque el peligro haya pasado y su sistema simpático haya detenido su respuesta, es probable que te sientas ansioso por un tiempo, ya que las sustancias químicas todavía están circulando por tu organismo.
Tienes que recordarte a ti mismo que esto es perfectamente natural e inofensivo.
De hecho, esta ansiedad residual es también una parte de la función adaptativa de la ansiedad en nuestra especie. Si acabamos de percibir un peligro real, es totalmente funcional y útil que nuestro organismo este todavía preparado durante un tiempo y le sea más fácil reactivar su respuesta de lucha/huida por si el peligro vuelve a aparecer.
La Ansiedad es una de las emociones más conocidas y a la vez más incomprendidas. Cuando uno sufre un cuadro de ansiedad la psicoeducación es el primer paso para trabajar y mejorar en el manejo de la ansiedad. Es por ello que uno de los primeros pasos que realizo con mis pacientes en mi terapia online para trabajar la ansiedad es conocer qué es la ansiedad, por qué la sufrimos y qué podemos hacer para aprender a manejarla con eficacia. Si sufres ansiedad y quieres conocer más sobre ella y aprender herramientas para manejarla, te animo a ponerte en contacto conmigo y comenzar a entender y manejar tu ansiedad.
Biografía:
Ansiedad, estrés, pánico y fobias. 100 preguntas, 101 respuestas. Enzo Cascardo y Pablo E. Resnik